[artículo completo en el blog Se la vendedora perfecta y su facebook]
Acomódate en un buen lugar para ti y a ser posible delante de un espejo, cierra los ojos y respira. Observa cómo es tu respiración ahora, en estos momentos sin forzarla ni buscar que sea de una determinada manera, sólo, respira y observa la curva que hace. Mantente en esta atención unos minutos.
Seguido, intenta mirarte con curiosidad y como si estuviese haciéndote una radiografía meticulosa, atenta. Comienza por tus pies, piernas y ve subiendo poco a poco, observando las sensaciones al hacer este mapeo corporal (posibles cosquilleos, temperatura, formas del cuerpo, tensiones, etc.) ¿Qué sientes? ¿Qué ves? ¿Te viene algún pensamiento? ¿Hay juicio, cariño, reconocimiento durante esta exploración? Date unos minutos para tomar contacto con todo lo que te surja. Sin prisa. Respira.
…