… una invitación a salir del margaritismo me-quiere/o-no-me-quiere/o
Rodeadxs de amores y relaciones líquidas (Z. Bauman), donde todo es fugaz, se consume con rapidez y si no te he visto no me acuerdo, se hace especialmente necesario volver a MIRARSE, ver quien soy y quien es la persona que tengo delante…
… con PAUSA y con la VALENTÍA necesaria de sostener la incomodidad que trae la vulnerabilidad de cada ENCUENTRO de cada compromiso profundo contigo. Ese compromiso no hace más que hablarme del compromiso profundo que tengo conmigo mismx, la apuesta de estar en mis soledades y vacíos… pudiendo verlos, aprendo a verte más allá de mis necesidades proyectadas, aunque sea un poquito, nuestros caminos se acercan y podemos descasar el unx en el/la otrx.
El Tantra para mi trata de esto esto, de Iniciar un camino que de entrada puede asustar (porque el AMOR y la LIBERDAD «asustan» aunque se nos llene la boca de valentías tirita) pero que una vez conocido, la lucidez y la verdad estarán más cerca. Y algún día tendremos que parar de contar pétalos de margarita ¿no?
Para mi, como mujer, ha supuesto encontrarme con la puerta a la reconciliación entre los sexos, a la comprensión de unas y de otros, entrender con más profundidad los laberintos del encontrarse y el relacionarse, en esencia y en conciencia. A ordenar lo que a cada unx le corresponde en responsabilidad. Y sobre todo, a consolidar la posibilidad de enarmorame de mi misma, de sentirme que en mis lunas, mis ciclos, mis fases soy respetada, amada.
El Tantra, por lo tanto, lo vivo como un honrar el Femenino y sus ritmos, en esencia, un pulso al patrircado feroz y lineal. Una apertura para mirarnos en profundidad y honestidad. Vida.
Actualmente acompañamos a Ronald Fuchs en sus Talleres de Euskadi. Si te apetece estar informada/o, puedes escribir al correo de este mismo blog:
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