Cada celebración y ritual corresponde a cada persona sentirlo, crearlo y compartirlo. Por eso, os comparto un sencillo ritual, a modo de inspiración y toma de conciencia que en estas dos semanas ha estado presente en algunas de las sesiones en mi consulta.
He sido testigo de momentos de miedos, ansiedades, estrés y dudas. Así como de ilusión renovada de aquellas personas que han hecho un proceso precioso de oruga a mariposa. Y en mi propia piel, que en algún momento que otro me «pillaba» a mi misma yendo un poco más acelerada de lo habitual a cuando me siento centrada… Una especie de «se va a acabar el mundo!»
Así que, gracias al hermoso trabajo de acompañar mujeres, yo también me he beneficiado de cada experiencia de devolver a nuestro ritmo natural.
Con esto, os comparto un breve y poderoso ejercicio, que si lo hacéis compartido cobra más intensidad. Léelo entero antes de iniciarlo.
Paso 1-
Escribe en una hoja de qué te quieres despedir y a qué quieres dar la bienvenida. Contra más concreto sea, mayor será la energía disponible focalizada.
Paso 2-
Túmbate en el suelo sobre una manta u esterilla con las plantas de los pies sobre el suelo. Ponte cómoda.
Paso 3-
Comienza a respirar conscientemente y date cuenta de ello. Si te encuentras acelerada, primero céntrate en exhalar laaaaargo con el sonido «aaahhh»
Paso 4-
Coloca tus manos sobre el bajo vientre, unos dedos bajo el ombligo. Y con cada inhalación imagina que tus manos se quieren elevar hasta el techo. Sin forzar ni violentarse. Gustosa y placenteramente. Respira con tu abdomen.
Paso 5-
Una vez que tu cuerpo y respiración se han sincronizado, pasamos a recordar qué queremos despedir de nuestras vidas. Las vamos recordando mentalmente mientras exhalamos. Una y otra vez. Sintiendo no sólo la exhalación. Vamos soltando el cuerpo cada vez más, nuestras piernas, útero, vulva, diafragma, corazón, pechos, garganta, cabeza…. Cuando sintamos que hemos terminado, nos marcamos una sonrisa de agradecimiento a nosotras por seguir vivas, a nuestra gente significativa…
Paso 6-
En estos momento, sin quitar las manos del bajo abdomen, ponemos atención en cada inspiración, recordando aquello a lo que le quiero dar la bienvenida. Dejando que el espacio que hemos ido liberando antes, dejando espacios vacíos, se vayan llenado, sin prisa. Pies, piernas, sistemas, vulva, útero, abdomen, órganos internos, pechos, corazón, pulmones, garganta, cerebro, columna… Para facilitar el espacio, podemos volver al sonido «aaahhh» con cada exhalación. Si te mareas entreabre los ojos y presiona ligeramente con un dedo bajo la nariz. Cuando sientas que has terminado, simplamete estate, disfruta del momento, si alguna emoción necesita ser expresada, le das permiso.
Paso 7-
Levántate despacio. Quema el papelito inicial. Con la imagen del humo que eleva tu propósito al viento, para que tu ritual dé sello y gane profundidad.
Espero de corazón que os sirva y si lo compartís con alguien, os servirá para generar más vínculo con el/ella/ellxs.
Y si a alguna le apetece, lo puede compartir conmigo y yo haré lo mismo con ella en alasdemarpsicosalud@gmail.com
Un abrazo respirado y consciente.
Tamara.
💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞💞
Deja un comentario