Yo paro
Paro mi exigencia y mi anhelo loco a ser perfecta
Paro mi caminar para respirar, para sentirme.
Paro mi miedo, la indefensión infundada, la separación con mis congéneres
Paro mis derechos negados
Paro mi agresión a mi misma
Paro el adelantarme a las necesidades ajenas olvidando las mías
Me planto ante el autoforza-miento y la falta de respeto a mi persona en sus diversas formas.
Paro la queja, esa que despelleja.
Y acciono mi voz, mi sí y mi no
acciono mi valentía y la confianza en una buena vida
acciono la pregunta que se hacía Einstein : ¿Es el Universo, seguro?
acciono mis brazos para abrazar, para sostenerme, para acariciar
acciono una mirada amorosa y de respeto hacia el resto de mujeres, sólo cada una sabe lo que lleva vivido.
acciono el merecimiento y el placer, recupero mi movimiento auténtico
acciono mi Vida, y dejo de pasar de puntillas por miedo a sonar, por miedo a SER.